El acoso laboral


El acoso laboral no es algo a tomarse a la ligera. También conocido como mobbing, el acoso laboral es un tema al que muchas mujeres y hombres se pueden tener que enfrentar en su día a día. Por lo tanto, es crucial tener en mente los derechos de cada uno en el trabajo y saber determinar cuándo se cruza la línea del respeto hacia uno mismo. A veces, el acoso laboral puede llegar a estar camuflado en nuestro día a día.

¿Qué es el acoso laboral?

Este acoso en el trabajo es simplemente un conjunto de acciones de violencia psicológica sin justificación que puede llegar a ser física y/o sexual. El comportamiento de las personas que ejercen este acoso en cuestión se realiza de forma consciente y premeditada, queriendo hacer la experiencia laboral de la persona desagradable.


Tipos de acoso laboral


Generalmente, el mobbing o acoso en el trabajo se realiza sin que haya testigos delante. Es nuestro derecho ser respetados, y por tanto acosar a cualquier persona es un delito que está castigado con multa e incluso pena de prisión en los casos más graves. Es por esto que los que deciden acosar a alguien en el trabajo llevan especial cuidado con quién está alrededor para no ser delatados. Si crees que sufres de acoso laboral, conocer sus tipos puede que te ayude a encasillar tu situación de manera más fácil. Pero, ¿qué tipos de mobbing hay? El mobbing se clasifica según la posición de la víctima en el trabajo, y su objetivo.



  • Según la posición jerárquica:


  • Acoso horizontal: el acosador y el acosado están a la misma altura en el lugar de trabajo.


  • Acoso vertical: el acosador se encuentra en un nivel superior (mobbing descendente) o inferior (mobbing ascendente) al acosado en la jerarquía de la empresa.



  • Según el objetivo:


  • Acoso estratégico: el objetivo del mobbing es causar la renuncia al trabajo del acosado.


  • Acoso de gestión: este tipo de mobbing es un poco más rebuscado, significando así que el acosador lo ejerce para causar una reacción específica en el acosado para beneficiarse. Por ejemplo, dar más trabajo del que puede llegar a hacer para que el equipo en general sea más productivo.


  • Acoso disciplinario: parecido al acoso de gestión, el mobbing disciplinario es cuando se intenta disciplinar al acosado amenazándolo con el castigo.


  • Acoso perverso: este tipo de mobbing no está tan enfocado en el ambiente laboral en sí, sino que simplemente se basa en que el acosador tiene una personalidad manipuladora y maligna.


Todos estos tipos de acoso laboral llevan a una situación muy incómoda para el trabajador que es acosado, ya que puede llegar a crear una situación de estrés y agotamiento laboral más grave de lo necesario. Como habrás notado, el concepto del mobbing no está simplemente basado en un acoso físico, sino que son las pequeñas actitudes las que también cuentan. Algunos ejemplos de mobbing muy comunes son cuando se discrimina a un trabajador no aportándole la información suficiente para realizar su trabajo de forma consciente, rebajar sus funciones, culpabilizarle e infravalorándole constantemente, faltándole al respeto en el trabajo e insultándole…

¿Cómo puedes ponerle solución al acoso laboral?


Si bien has sabido ver que eres víctima de acoso en el trabajo, debes saber qué pasos dar para solucionar la situación de la mejor manera posible. Si consideras que en tu empresa se te va a proporcionar la ayuda necesaria para poner fin a esta desagradable situación, puedes hablar directamente con tu departamento de recursos humanos. Si decides denunciar, lo puedes hacer o bien comunicándoselo a la Inspección de Trabajo o directamente por la vía judicial.


Para evitar que se ponga en duda tu credibilidad, asegúrate de tener las siguientes pruebas de que has sufrido acoso laboral:

  • Cualquier documento que refleje el mobbing que sufres (por ejemplo, conversaciones de WhatsApp o correos electrónicos)


  • Grabar conversaciones en las que participes relacionadas con el tema


  • Tener testigos


  • Conseguir fotografías de ciertos hechos


  • En el caso de que vayas a un psicólogo para tratar cómo te está afectando el acoso en el trabajo, un informe suyo también será de gran utilidad.

Si el acoso en el trabajo que sufres no se llega a solucionar, quizá sea el momento de buscar otro trabajo. Bajo ningún concepto debes soportar agresiones psicológicas o físicas, y debes tener muy claro que el respeto en el ambiente laboral es crucial siempre. Por ello, también recomendamos echarle un vistazo a la información sobre el resto de derechos laborales que hay en nuestra guía.

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