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postres rapidos

 

La aventura de independizarse trae consigo infinitas experiencias nuevas, entre las cuales (no nos engañemos) muchas son responsabilidades: te das cuenta de que llegar a fin de mes no es tan fácil, de que alguien tiene que limpiar y ordenar para evitar vivir en una pocilga, de que las lavadoras no se ponen solas y si no lo haces tú más pronto que tarde tu armario está vacío… ¡y de que al llegar a casa no te espera un plato caliente! 

¿Cuántos hemos hecho una visita a nuestros padres con la excusa de que los echamos de menos pero con el objetivo oculto de llenar tuppers hasta rebosar? Quien esté libre de pecado, que tire la primera piedra. 

Cocinar al principio es todo un reto, evitar caer en la monótona y aburrida rutina de comida precocinada, pasta, arroz, huevos fritos y donuts no es tan sencillo… Por eso nosotros queremos ponértelo un poco más fácil y, de paso, que puedas impresionar a tus compañeros de piso. Keep calm y confía en StudentJob. 

Te proponemos una receta ideal para dejar a tus flatmates con la boca abierta: ¡brownie casero servido en taza! Nosotros lo hemos probado y, como con las natillas, cada dos por tres repetimos (sí, somos de esa mítica generación). 

 

 

Sigue leyendo, porque estamos seguros de que aún no te haces a la idea de lo rápido y fácil que es:

Primer paso. Pon los siguientes ingredientes, en este orden, en un recipiente (haz cálculos de tamaño y capacidad antes de escoger recipiente, que después pasa lo que pasa): 

  • 4 cucharadas de harina 
  • 3 cucharadas de azúcar blanco 
  • 1 cucharita de levadura 
  • 2 cucharadas de Nutella 
  • 2 cucharadas de leche 
  • 2 cucharadas de aceite 
  • 1 huevo 

Bate hasta que la masa sea homogénea y hazlo, a poder ser, al ritmo de la canción “Mayonesa”, de Chocolate. 

 

Segundo paso. Llena ¼ de taza y ponla en el microondas hasta que la masa crezca y se llene. Lo sabemos, parece cosa de magia, artes oscuras, un hechizo de Hogwarts…   

 

Tercer paso. Déjalo enfriar durante 1 minuto y ya estará listo para servir y… ¡devorar a cucharadas!

¿Teníamos razón o no? ¿No cuesta nada, verdad? Por cierto, no tienes por qué mencionar este detalle a tus compañeros de piso… ¡Deja que se piensen que te estás convirtiendo en todo un chef!

Extra para alumnos avanzados que aspiran a ser Ferran Adrià: 

Siempre puedes ser un poco imaginativo y añadir un toque personal al brownie. Atrévete y experimenta: mermelada, nata, trocitos de cookies, naranja, virutas de chocolate blanco, almendras o incluso menta... ¡Reinventa el postre a tu gusto!

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